Historia
Según el capitán del escuadrón teníamos que desplazarnos a una zona rural donde el enemigo había tomado posición e intentar eliminar dicho emplazamiento considerado supuestamente como ubicación esencial. Para hacerlo teníamos primero que avanzar por un campo de minas y luego tomar unas trincheras para posteriormente embestir hacia una colina donde se hallaba el fortificado puesto de mando. Todo esto sabiendo que el cielo podía ser surcado por bombarderos y aviones de reconocimiento.
Cada uno de los soldados del pequeño grupo podíamos, como hormigas que éramos, hacer predicciones de futuro, y sabíamos, por tanto, que aquella misión tenía un único sentido; la colmena o la muerte.
Otros aspectos
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