Historia
Cerré los ojos, y encontrándome por un lado físicamente en aquel bosque tranquilo, mi mente migró libremente a un plano mucho más lejos de donde me encontraba.
En aquel momento mi cuerpo dejó de ser un lastre y mi introspección se desvaneció dejándome sentir la otra cara de la realidad.
Mientras mi pensamiento se alzaba mucho más alto que donde nunca había estado surgió esa una nueva forma de sentir ante mi. Ese tipo de pensamiento no vino de nada conocido en mi vida, sino de un tipo de ignorancia universal presente en las formas de vida más primitivas.
Fue entonces cuando el tiempo, el yo y las otras construcciones mentales que tenemos se esfumaron. Esto me permitió conocer cosas que de otra forma nunca hubiera sabido.
Una vez que me desperté de aquel tipo de meditación permanecieron en mí en forma de recuerdo, pero aun hoy en los días más tristes consiguen ser la esperanza que uno necesita.
Otros aspectos
.